En el evento dedicado al análisis del informe del IPCC, la Secretaria de Medio Ambiente María Luisa Albores aseguró que la lucha contra el cambio climático es un tema de "gran relevancia" para el Gobierno federal. Omitió el papel de las energías fósiles y, antes de la ronda de preguntas, se retiró por cuestiones de agenda.
Ciudad de México, 11 de agosto (SinEmbargo).– En México se están incrementando los eventos extremos de calor, y aunque no hay un consenso sobre cuál será el comportamiento en un futuro de las precipitaciones y la sequía, el tema prioritario será el acceso a los recursos hídricos, resaltaron los participantes del panel organizado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) sobre el reciente reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU.
El calentamiento global causado por la actividad humana alcanza actualmente los 1.1 °C, y con esta temperatura, el país y el mundo ya están viendo eventos sin precedentes cada vez más frecuentes y extremos como los incendios forestales en Turquía y Grecia, inundaciones en Jalisco, Valle de México, Europa, India y China, olas de calor en América del Norte y sequías devastadoras en Madagascar y las registradas a inicios del año en más del 80 por ciento del territorio nacional.
El informe reúne múltiples líneas de evidencia que muestran que, aunque aún es posible, la oportunidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de temperatura del planeta a 1.5 ° C para finales de siglo se está cerrando rápidamente, por lo que eventos como el aumento del nivel del mar son irreversibles; no hay vuelta atrás.
"México es un país altamente vulnerable al cambio climático por nuestra ubicación geográfica entre dos océanos con 17 estados costeros, por la desigualdad y la heterogeneidad en la orografía [grandes extensiones desérticas]", dijo María Amparo Martínez Arroyo, Directora General del INECC.
Aunque pudieran detenerse las emisiones del dióxido de carbono y el metano, por su acumulación el desequilibrio del clima persistirá durante décadas por lo que, dijo Martínez, es claro que se deben generar acciones de adaptación municipio por municipio considerando que en las ciudades —por el asfalto y altos edificios— puede verse magnificada la frecuencia e intensidad del calor extremo, precipitaciones y enfermedades.
Ruth Cerezo Mota, la única mexicana de los 234 autores de 65 países del Grupo de Trabajo I del IPCC que revisó 14 mil artículos científicos, expuso que las gráficas muestran que en México "se están incrementando los eventos extremos de calor" con una certeza media, con base en los estudios realizados.
Para eventos extremos de precipitación y de sequía hay algunos estudios que dicen que hay aumento y otros exponen que no será tanto el incremento, por lo que no se encontró un consenso para estimar con certeza estos cambios en proceso.
Roberto Sánchez Rodríguez, investigador del Colegio de la Frontera Norte y miembro del Buró del IPCC, dijo que uno de los temas prioritarios para México es el agua, ya que más de la mitad del territorio nacional es árida, por lo que cuestionó la "poca atención" a las evidencias y el "retraso" de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en abordar el tema de manera integral.
"Pensamos que el cambio climático trae impactos puntuales, pero muchos vienen en cascada. Cuando existe una sequía, existe una serie de efectos adicionales relacionados con la salud, la economía y la infraestructura", expuso el académico. "La próxima década es crítica no sólo para México, sino para el planeta en conjunto. Definirá el resto del siglo respecto al tipo de problemas asociados con el cambio climático".
A nivel América del Norte, incluyendo México, Claudia Octaviano Villasana, Coordinadora General de Mitigación del Cambio Climático del INECC, destacó que en cualquiera de los diferentes escenarios se verán cambios importantes, pero "debemos evitar a toda costa el de los 4ºC porque nos llevaría a una muy grave situación" pues en el de 1.5 ºC ya se verían estaciones donde habría impactos relevantes.
"En América del Norte, Central y el Caribe se verá un decremento de la precipitación del monsón de Norteamérica; es probable que la precipitación media anual y de verano decrecerá en las subregiones, pero existe alta incertidumbre sobre la cantidad. Se observa un aumento en las sequías con muy alta probabilidad; se proyecta que el clima propicie incendios en toda la región –y ya lo estamos viendo– por lo que tenemos que prepararnos", expuso Octaviano de acuerdo con el atlas interactivo del IPCC.
ALBORES OMITE ENERGÍAS FÓSILES
En el evento en línea dedicado al análisis del informe del IPCC, la Secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores, aseguró que la lucha contra el cambio climático es un tema de "gran relevancia" para el Gobierno federal. Aunque cada tonelada adicional de dióxido de carbono suma al calentamiento global, omitió el papel de las energías fósiles y, antes de la ronda de preguntas, se retiró por cuestiones de agenda.
"Es imposible negar la crisis climática y necesitamos tomar acciones fuertes, rápidas y sostenidas. Necesitamos impulsar muchas transformaciones en nuestras formas de producción y de consumo. La adaptación al cambio climático es urgente para nuestro país y representa el camino más corto hacia la recuperación pospandemia", declaró al inicio de la rueda de prensa.
Albores destacó que el Gobierno de México "ha prohibido" el fracking por contribuir al cambio climático, pero, como lo ha reiterado la Alianza Mexicana contra el Fracking, la prohibición de esta técnica que contamina agua no está decretada en ningún documento oficial salvo el discurso presidencial. En la Ley de Hidrocarburos no se incluyó de manera explícita el punto.
También dijo que el país ha contribuido a la mitigación y restauración ambiental a través de la regulación y prohibición gradual del glifosato, un agrotóxico posiblemente cancerígeno.
Además Albores enfatizó que la Secretaría de Economía ha dejado de dar concesiones mineras –aunque se continúan iniciando proyectos con las otorgadas previamente–, y se aumentará el número de las Áreas Naturales Protegidas a 184 con la declaración de una en la Cuenca del Lago de Texcoco, Estado de México, donde se quiso construir un aeropuerto, y otra en Sierra de San Miguelito, San Luis Potosí, para protegerla de intereses inmobilarios.